lunes, 19 de julio de 2010

Como un gorrión

Joan Manuel Serrat cuenta que esta melodía la compuso después de conocer a una muchacha a la que luego, no vio nunca más… Mi historia, aunque de limitado romanticismo, guarda en ella la “razón” que, paradójicamente, regala el corazón a todas las melodías.

Hace muchos años, alguien muy especial le dio un sentido a esta canción; de hecho, no solo eso, sino que dio tanbién vida a mis hijas. Ella, aunque no era menuda “como un gorrión”, sí tenía una suave y delgada cabellera marrón. A ella la conocí y la amé. Ella por su parte quiso enseñarme el lado sencillo y simple de las cosas. Al final, no fui un buen alumno y la vida, por decirlo así, nos terminó por alejar…


El tiempo ha pasado y, curiosamente, tras una “Carta de agradecimiento” (la persona que la escribió sabe por qué), la canción volvió de pronto y cobró un nuevo sentido. Se personalizó, diría yo, en una chica de “perfil bajo”, muy, muy frágil… de corazón dañado, pero generoso… de alma lacerada, pero pura… “de un aire entre tierno y triste, como un gorrión…"
Para ti: "Al final, todo es cuestión de confiar; pues Él sí confía en cada uno nosotros, pasajeros inopinados de este mundo… ¡Animo!"

Adenda:
Ella, práctica y lúcida, supo siempre que nuestra amistad “era por tiempo limitado"; así, fue inevitable adivinar, desde el principio, la despedida… Por ello, procuré atesorar cada palabra, valorar cada pequeño encuentro, cuidar cada espacio, cada minuto… Todo... ¡Hasta que decidiste decir adiós!

Para ti, mi amiga, escribí estas, mis pobres palabras.
Para ti, mujer valiente.

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