domingo, 1 de marzo de 2020

Por ellas (un sueño)

Alguna vez pensó que estos posts eran como mensajes en una botella, una forma de dejar algo de él para ellas. 
Hoy, se dio cuenta que se habían convertido en una suerte de "salvavidas" para seguir adelante con su realidad.
 Curiosamente, hoy escribiría sobre un sueño, uno que  fue muy vívido y ocurrió días antes del inicio de su final.
-I-
Desde la ventana del edificio miraba el horizonte. Era una vista hermosa. De pronto algo le llamó la atención: Decenas de sombras nadaban hacia la playa. ¿Eran delfines? ¿Qué hacían nadando hacia la orilla? De pronto, su lógica funcionó. ¡Están huyendo! ¡Había que salir de allí!

Llamó a una de las gemelas que jugaba con su sobrina. ¡Hay que salir! - le dijo.  Por alguna razón, al mirar a su padre, ella entendió. Fuera de la habitación se percibía un ruido sordo que fue muy claro al abrir la puerta: gritos y llanto de decenas de personas que corrían escaleras abajo.

-¡El mar se está retirando! - decían. 

-¡Avisa a tus hermana! ¡Yo aviso a la pequeña!

Desesperado, bajaba el hombre, con una mano sujetando a su nieta, y con la otra procuraba escribir un mensaje con su celular, sin mayor éxito.

-¡Ya viene, papá! ¡Mi hermana está abajo! ¡Está abajo!! ¡No la sueltes!!! ¡Agárrala bien! Sentía que su pedido era un pedido de angustia y una llamada de atención, pues él no se resignaba: Quería contactar a la más pequeña.

-¡Papá, no la sueltes!! ¡Dásela a su mamá!!! Fue lo último que escuchó al llegar al primer piso. Tras eso no hubo sonido alguno. Por alguna razón todo quedó en absoluto silencio... no gritos, no ruidos. ¡Nada!

Miró hacia atrás y solo había rostros desencajados, personas que corrían, pero ¡ya veía no a su hija! Se detuvo, a pesar de los empujones. ¿Dónde estás? -se preguntó. Entonces, un fuerte tirón del brazo lo sacó de su repentino letargo. Vio a su nieta que señalaba a alguien mientras decía algo y entendió: ¡Su mamá estaba al fondo del corredor!

-¡Quería escuchar y nada! ¿Qué pasa? ¡Mi hija!!! Otro tirón más fuerte lo llevó a mirar de nuevo los ojos grandes y medio achinados de su nieta, esos que siempre le recordaban a su exesposa. Tenía que seguir y mientras cargaba a la niña, su cerebro explotó, ¡ya había perdido a dos de sus hijas! ¡Había que salvar a una al menos!

Frente a él su otra hija luchaba por acercarse, empujando, gritando; pero en un instante quedó oculta tras una violenta corriente de agua que súbitamente ingresó atravesando de lado a lado el corredor. 

El hombre solo atinó a abrazar con fuerza a ese único ser que tenía algún sentido para él, a la única persona que lo mantenía con vida o que lo acompañaba a la oscuridad.

-II-
A diferencia de otras ocasiones en que olvidaba un sueño; esta vez, aún después de varios días pensaba en él, más cuando estaba con sus hijas. En los últimos meses, en medio de la enfermedad, ellas se habían acercado más a él y, sin esperarlo, redescubrió algo que hasta ese tiempo estaba como oculto o medio desdibujado: ¡sus hijas lo querían de verdad!

Mirándolas ahora, pensaba que todo había sido bueno, aun saber que lo que quedaba era tan solo arribar, con algún donaire, al final de su vida; y qué mejor sintiendo el amor más real y desinteresado.

¡Eso era bueno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.