miércoles, 26 de agosto de 2015

Desea, quiere, ama

Forzar la escritura es malo, a veces uno no dice lo que quiere decir, dice Don Julio. En mi caso, nada me fuerza, son cosas que (como tú) nacen del fondo del corazón y se reflejan de alguna manera en estas líneas.
24-08-2015

I
Como siempre, deseaba verla y más ahora. Sin embargo, en las nuevas circunstancias y aceptando lo que me pidió, no lo hice. Entendí que era necesario "ir más lento y ser prudentes"; ¡ni modo! Pasaría el día viendo qué podría hacer pero cumpliendo también otro pedido que me hizo: ¡Aproveche para pensar!
¡Ja! Si supiera que lo hago todo el tiempo... lo mismo que recordarla.

II
Era sábado y ocho o nueve meses antes simplemente habría cumplido mi ritual: trabajar o estudiar por la mañana (me gusta y no me cuesta); luego, almorzar (si me provoca) y finalmente, ir cine (mi pasión). Imaginé entonces que podría hacer lo de siempre; sin embargo, ese día no fue fácil...
Allí estaba mirando la cartelera del multicine, viendo qué película podría ser y, aunque tenía tiempo y varias opciones, sentí que no podía. Me senté en una banca frente a la boletería y miré alrededor; hacía unas semanas habíamos estado aquí mismo y hoy su ausencia me hacía sentir un vacío en el pecho. Pude comprar la entrada por costumbre, igual que tantas veces antes; sin embargo, ese día no fue suficiente para hacerlo.
(Tú me dijiste que pensara. Recuerda. Y lo estaba haciendo.)
III
Caminando y de regreso a "casa" recordaba todo lo que habíamos vivido una semana atrás y cómo eso que nos unió de una manera hermosa, ahora parecía limitarnos. Anduve así cavilando hasta que pasé por la librería e imaginé que podría ver algunos libros. Fue extraño, no aguanté mucho, de hecho, rápidamente y sin mucha emoción compré un libro de Murakami. Fue raro pues, inmediatamente como que me arrepentí... Me pregunté: ¿para qué?
Saliendo del local vino a mí mente aquel día de marzo (la primera vez que salimos) cuando en medio de la ola de calor de inicios de otoño, en esta misma librería nos achicharramos de calor pero nos sentíamos felices por compartir tiempo juntos (¿recuerdas?).
(Como ves, obediente, seguí pensando.)

IV
Cerca a "casa" fui al supermercado  y compré fruta para comer. Al retirarme, algo de la tienda especializada en electrónicos me llamó la atención: eran dos modelos de tornamesas con conexión USB. Detenido frente a la vidriera pensé en mis viejos vinilos, en cómo desde muy chico los atesoré y en cuánto me gustaría volver a escucharlos y en la posibilidad de digitalizarlos... Por un instante imaginé que así no la recordaría, sin embargo, me equivoqué. Pensaba más en ella, en mí, en él y en todo esto que casi no temía sentido ya...
-Pase, señor. ¿Desea verlos mejor? Están de oferta... le enseño cómo funciona...
- No, no gracias. Ya lo veo desde aquí.
- Usted debe ser amante de la música, no todos...
La chica empezó a darme un "speech" sobre quiénes se interesan en estos aparatos aparentemente obsoletos, sobre el sonido de los discos "antiguos" pero ya la escuchaba, en realidad, me agradaba la idea de tener el aparatito de marras pero, otra vez sentí que, ¡no era suficiente!
Y fue en ese lugar, frente a una tienda, en un momento tan prosaico que pensando pensando (como me pediste), entendí algunas cosas sobre el amor... Entendí que amar es mucho más que solo gustar, más que solo querer; pues, en ambos casos, es posible renunciar, dejar o postergar. Y aunque digan que el amor implica renuncia (será cuando es imposible o no correspondido), en nuestro entendí que amar significa más bien no renunciar. y, hacerlo con convicción.
Así, desear, gustar, querer se resumen en el amor, pero lo hacen de manera particular en aquella persona que amas; por es eso que brota de lo hondo es fuerte y complejo, y por eso deben venir de la mano de una decisión, de una voluntad consciente de optar y arriesgar.
Amar puede ser sencillo y no serlo al mismo tiempo (lo sabes ahora). Amar invita a pensar y a no hacerlo mucho (pues a veces te agobia); amar implica mirarse y reconocerse (reencontrarse diría). Y finalmente, amar invita a no temer, a perdonar, perdonarse , pues solo así, es posible avanzar.
(Y así, en estos tiempos de prueba, donde el amor es lo único que nos animará a cuidar "lo nuestro"; como ves, sí pensé y ¡bastante! Felizmente, llegué a lo mismo que deseo, quiero y siento: Que te amo más y es necesario estar unidos y perseverar... si deseas.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.