(送る人 - Okuribito – Departures –2008)
“Okuribito”, ganadora del Oscar a la mejor película extranjera, a pesar que de ser una cinta no comercial, pudo ser exhibida en Lima. La cinta, un verdadero poema fílmico, ofrece al espectador una mirada diferente de “las partidas”.
“Okuribito” es una propuesta cargada de simbolismo. Aunque estrenada como “La felicidad de vivir”, paradójicamente su “leitmotiv” es la muerte, pero presentada con gran con maestría, inmersa en un universo amplísimo de temas, como el amor, la gratitud, el respeto, la fidelidad y la esperanza.
“Okurubito”, finalmente, nos enseña, a través de su personaje principal (un músico frustrado y con varios conflictos en su pasado), que solo aprendiendo a conocer de qué manera se ama en esta vida, se podrá trascender; pues, sin conocer el amor verdadero, la vida pude ser irremediablemente inútil… vana.
-ni-
Hay quienes dicen que al nacer, empezamos a morir… quizá suene trágico pero es verdad. La muerte a veces se revela suavemente; sucede de pronto y ya no hay vuelta atrás; otras veces se rebela y hay que luchar contra ella… Siempre resulta una batalla inútil, pues al final, la bandida, se la arregla para ganar… Conclusión: La muerte nos acompañará día tras día y debemos aprender a vivir con ella.
-san-
Mi padre siempre rehuía hablar sobre la muerte…Recuerdo que cada vez que mi madre le mencionaba el tema, aunque sea en broma, él se amoscaba y decía… “Ya vieja, ¿no tienes de qué hablar?” Así fue hasta sus últimos momentos de lucidez, ni una sola vez habló ni nos permitió hablar sobre ella… Ni siquiera dos días antes de partir, cuando en medio de la madrugada, empezó desde su cama a hablar cosas de su vida que yo desconocía… ¡Lástima! Al final, decidimos cremarlo, y nunca supimos si esa habría sido su voluntad…
Por eso, mejor escribo, para que lo tengan presente…
-shi-
A lo largo de mi vida he participado en varias ceremonias, ritos que van desde lo religioso a lo académico, pero siempre el gusto a lo oriental ha sabido marcar la diferencia. Un detalle, sencillísimo sucedía en casa de la familia de Neko-chan, donde tomar ‘cha’ (té), tenía un cariz diferente que no sabría explicar… Quizá por eso, alguna vez, se nos ocurrió que en un futuro podríamos compartir un “Cha-no-yu” de verdad… Así lo deseé durante mucho tiempo; pero, al final, nunca pudo ser.
Por eso, mejor escribo, para que vean si algo se puede hacer…
-go-
Sé que a las tres les impresionó la película. Tanto así que tú, Geri, medio en broma y medio en serio, me dijiste que te gustaría tener una cosa así. Coincido contigo, hija, por eso digo que mejor lo escribo, así lo tienen presente: En principio, no espero un “Nohkan”, sería demasiado para mí y además, es imposible. Sólo espero que las personas que les toque ‘prepararme’ sean gentiles conmigo y no suceda como pasó con su abuelo…
Lo que sí puedo pedirles es que, cuando llegue el momento, todo sea lo más sencillo posible, sin aspavientos y solo con las personas más cercanas… Desearía música, pero no sé si sería dable. En todo caso, si fuera clásica o instrumental estaría bien pues, quizás si les pido alguna que me agrade, sería, como dicen, “too much!”, ¿no?
Me gustaría, además que me acompañen en un lugar donde haya vivido, pero puede que tampoco sea factible, y es que me acuerdo, Geri, que en uno de tus libros… De urbanismo, creo, una vez leí que antes la gente nacía y moría en sus casas; pero, en estos tiempos lo hacen lo más lejos posible de ella.
Ahora bien, lo que si les pido sobremanera es que si, parafraseando el tango mi “lucha fue cruel y fue mucha”; por favor, no me expongan, ¿sí? Quisiera que los demás guarden una imagen mental más amable de mi persona, ¿de acuerdo?
Por eso, aunque sea en un sitio extraño, sin ceremonia de preparación de mi cuerpo lo más importante que les pido para “cruzar la puerta”, es respeto… Ese que solo da la sencillez y la modestia. Espero, finalmente, que guarden mis cenizas un poco cada una de tal manera que si alguna vez viajan, me puedan esparcir por alguno de esos lugares que tanto desee conocer en vida, ¿está bien?
Y, para terminar, desde el fondo de mi corazón, solo quisiera que, a pesar de mis muchos errores, las tres puedan tener alguna razón para decirme: "¡Gracias, y hasta pronto!"
1 Vale más la buena fama
que el buen perfume.
Vale más el día en que se muere
que el día en que se nace.
2 Vale más ir a un funeral
que ir a divertirse
Pues la muerte es el fin de todo hombre,
y los que viven debieran recordarlo.
Eclesiastés 7:1-2
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