lunes, 14 de febrero de 2011

Amor eterno


Mi madre dice que cantabas esa canción mirándote en el espejo de su tocador; yo nunca te la escuché; al menos, no cómo lo cuenta tu abuela; sin embargo, imaginándote cantar, pienso cuando te conocí. Ese primer instante en que te vi fue cuando por fin terminé de comprender lo qué significaba realmente amar a alguien… No es que no lo haya sabido antes; tus hermanas ya me habían dado la primera oportunidad de empezar a aprender; pero (triste como suena), por entonces,  aún no estaba listo. Por eso, tenías que venir tú para terminar de entenderlo.

El amor es un misterio.  Lo sé y ya no tengo fuerzas ni ganas de desentrañarlo; así será por siempre; sin embargo, si me alguien me preguntara sobre el amor verdadero, diría sencillamente lo que mi vida se encargó de enseñarme: es el amo de los padres; ese es el único,  puro, sencillo, enorme y desinteresado: ¡Es el que simplemente fluye!

Esa conclusión, es mía y van con mi manera de sentir y, aunque mis sentimientos correspondan, como dicen por ahí, a gente “simétrica”; e verdad no me imagino a qué simetría se refieren, pues mi “equilibrio” es con el que más malabares he hecho para no perderlo.  Así, la forma en que aprendí a amar desde la perspectiva de mis recuerdos; aunque fue desordenada y a veces,azarosa,  es algo que funcionó para mí, y eso ¡es suficiente!
Sé que las amo, a todas y a cada una en particular; sé también que, aun cuando no he sido el mejor padre para ustedes y me he equivocado muchas veces, ustedes han sabido ser comprensivas y buenas; por eso, no espero nada de ustedes para mí; solo anhelo que siempre se esfuercen por ser las que deseen ser. Por lo pronto, estoy orgulloso de lo que son ahora, en el continuo de la vida.


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