Quedará en la historia, (¿nuestra historia?)
Si hubiera una, sería de unas horas sencillas en un otoño que no llega.
Quedará en la historia como un golpe (¿un golpe tuyo?)
Si hubiera habido uno, no sería un golpe, de seguro.
En mi poca experiencia (y en mis muchos años), cada vez me convenzo más que, en algunas ocasiones lo imprevisto encierra muchos matices y lo previsto, inusitadas oportunidades.
Fue un error involuntario, un comentario inocente mientras te mostraba uno a uno los discos de los "cuatro grandes de Liverpool". ¡No los reconociste! Ni siquiera cuando te mostré el CD que tiene una de sus imágenes más icónicas: la del album "Abbey Road". ¡Nada! Solo cuando mencioné el nombre, dijiste ¡Ah... jiji... dicen que son buenos!
¿Dicen que son buenos...? ¡Auch! Esa frase fue demoledora, dio de lleno en lo más hondo de mi "alma beatlemaníaca". Pero, sabes, a pesar de que me dolió, no pude molestarme. Ese día (al igual que los anteriores) lo único que me enervó fue el espantoso calor y también el chasco con las papitas fritas que se te habían antojado; las mismas que no pudiste terminar de lo secas que estaban.
Todo lo demás estuvo bien: las muñecas Pepas ("Josefas"), los peluches medio locos y despeinados, el libro "No, no hace calor aquí" que estaba al fondo del horno, perdón, al fondo de la librería sin aire acondicionado; también la caminata, las falsas (y flacas) Tortuninjas. Todo lo demás, insisto, fue bueno, hasta el tiempo loco y los quiebres de la vida.
Todo lo demás estuvo bien: las muñecas Pepas ("Josefas"), los peluches medio locos y despeinados, el libro "No, no hace calor aquí" que estaba al fondo del horno, perdón, al fondo de la librería sin aire acondicionado; también la caminata, las falsas (y flacas) Tortuninjas. Todo lo demás, insisto, fue bueno, hasta el tiempo loco y los quiebres de la vida.
Por eso, cuando en la tienda de discos me quedé parado con una decena de CD's Beatle en la mano, mientras tú, colorada, te deshacías en disculpas ("Oh, perdón", "Dios, lo siento"); créeme, ¡no me molestó! En realidad, solo sentí el golpe de la realidad, la misma que, de pasada, me hizo un "recordaris" de mi mayor kilometraje...
Hoy, son tiempos de tormenta para ti, y yo, solo te ayudo con mi pobre sombrilla. Hoy, repito, no me debes nada, porque en realidad soy yo quien aprendo de ti. Y así, aunque medio en broma no pierdo ocasión para recordarte la malhadada frase; lo cierto es que ni tú, ni Tomás el perro, ni siquiera Eustaquio el ángel; ninguno tenía la obligación de que reconocer "por default" a los "fab four", Los Beatles, mi "adoración". Y además, porque para ti solo tengo agradecimiento, pues, sin saberlo, das más de lo crees. Quizás se deba a tu manera de querer a tus amigos, y quizás por eso ahora me siento de alguna manera, privilegiado: He hecho un descubrimiento "raro", he encontrado en este mundo, un corazón puro; el tuyo.
Finalizo este post sintiendo los efectos de esta ola de calor; los mismos que en esta noche dejo de lado. Hoy, el único calor que importa el que alude el beatle George cuando dice: Allí llega el Sol y añade "está bien". Y, si él lo dice, lo está... Disfrútala, es para ti.
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